Buena suerte

Por mucho tiempo pensé que un montón de gente por ahí venía con suerte de fábrica. Que algunas personas nacieron con un gen especial de la suerte. Crecí pensando así. Esas personas se despiertan por la mañana, se cepillan los dientes con su pasta de dientes mágica de la suerte y ¡fuá, a conquistar el mundo!

Mis dientes son... normales... pero nunca tuve esa pasta de dientes especial. Tenía otras cosas: tenía que cruzar los dedos siempre. Tenía que tocar madera. Tenía que llevar un pie de conejo en el llavero. No podía pasar por debajo de una escalera. Abrir una sombrilla dentro de la casa... ¿tú estás loco? Eso era un gran no-no. Quizás peor que romper un espejo.

Algunas costumbres son definitivamente difíciles de romper, especialmente las mentales. No puedo decir que estoy 100% libre de esa forma de pensar, pero estoy haciendo mi mejor esfuerzo. Eso era antes.

Esto es lo que creo ahora: creo que algunas personas pueden estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Que la suerte es donde la preparación se encuentra con la oportunidad. Algunas personas pueden tener más oportunidades que otras, y otras pueden simplemente estar lo suficientemente preparadas como para aprovechar esa única oportunidad. Pero... ¿capaces? Todos lo somos.

Suena bien simple. ¿Y si lo es?

[Esta próxima parte es traída a ustedes por bullet points. Porque los bullet points son casi tan buenos como las donas Boston Cream. Pregúntale a tu médico si un bullet point (¡o una dona!) es bueno para ti.]

  • Hace dos años fui aceptado en ambas loterías de los maratones de Chicago y Nueva York. Nunca en mis sueños más locos pensé que algún día estaría terminando un maratón World Major. Hacerlo dos veces en cuatro semanas fue aún más increíble. Y cambió mi vida. Tuve la suerte de tener esas oportunidades.

  • Dos meses después, decidí que quería correr al menos un 5K todos los días durante un año completo. Tuve encuentros cercanos con ciervos, buitres, lagartos y alguna que otra ampolla, pero llegaron 365 días y se fueron 365 días. Lo logré. Tuve la suerte de tener esa oportunidad.

  • Comencé este año completando el Dopey Challenge en Disney World. Cuatro carreras en cuatro días consecutivos. En el tercer día, después del medio maratón, parte de mi alma estaba empezando a desaparecer. Al otro día, durante el maratón, corrí con el tanque en empty. Fingí. Hasta que lo logré. Tuve la suerte de tener la oportunidad de no morir.

  • Hace dos meses, corrí el medio maratón más grande de Estados Unidos. El día antes de la carrera corrí junto a un corredor olímpico y una persona a la que admiro mucho. El día después de la carrera apenas podía moverme. Y nunca he sido más feliz en mi vida por no poder mover mis extremidades. Tuve la suerte de tener la oportunidad de tener tanto dolor.

  • En menos de tres meses, otra vez, tendré la oportunidad de correr un maratón World Major. Mi tercero, de seis, pero el primero en el extranjero. La mayoría de los preparativos ya están hechos y muchos de las gastos ya están cubiertos. Solo necesito arrastrar mi trasero inexistente por la meta para hacerlo oficial. Tengo la suerte de tener esa oportunidad.

  • Más lento de lo esperado pero estoy haciendo avances en la comunidad virtual de corredores que estoy ayudando a construir. Hay muchas buenas ideas y buenas intenciones en ese esfuerzo y es algo que tiene el potencial de hacer grandes contribuciones. No puedo esperar para compartirlo, y tengo una gran suerte de tener esa oportunidad.

  • Similar que lo que me pasa con los libros, hay tantas carreras y tan poco tiempo... Para aumentar las posibilidades de experimentar carreras nuevas y lugares nuevos, generalmente no repito el mismo evento más de una o dos veces. Pero definitivamente hay excepciones. Hay lugares a los que no me importaría volver para un evento. Estoy estudiando de cerca la posibilidad de repetir un evento que me encantó hace algunos años. No está confirmado, así que lo guardaré en mi bolsillo virtual por ahora. Tendré mucha suerte de tener esa oportunidad nuevamente.

  • Hablando de eso, tuve la oportunidad de ser uno de los pocos cientos que pudo inscribirse en un programa virtual que garantiza la entrada para el Maratón de Nueva York del 2020. Siempre he estado enamorado del hermoso desastre que es Nueva York. No puedo decir no a tener esa oportunidad nuevamente el año que viene. Tengo la suerte de tenerla.

  • Se espera que los resultados de la lotería del Maratón de Londres se anuncien en octubre. La lotería para el Maratón de Tokio abre en agosto. [...] No tengo mucho más que decir al respecto, solo lo menciono. Nunca me escogen…)

  • Este pasado Día de los Padres las chiquitas me hicieron una tarjeta/postal/biografía... cosa. Me preocupa una biografía mientras todavía estoy vivo (¿sabrán algo que yo no sé?), pero la postal la atesoraré por el resto de mi vida. Algo me dice que he estado hablando mucho de mis carreras... Pero sinceramente ellas son la razón de mi llamada suerte. Antes de correr el Maratón de Chicago hace dos años, una de ellos me dio una sortija de goma, para la buena suerte. Todavía la llevo en mi dedo meñique todos los días. La otra me pintó una de mis uñas, también para la buena suerte al correr, pero principalmente porque normalmente está negra y fea y yo "no puedo salir por ahí con caries en mis uñas". Tengo que tenerla bonita. Así que constantemente pido que me la retoquen.

Toda esta bobería es por ellas.

Tengo suerte.

Pero por si acaso, cruzaré los dedos. Y tocaré madera. Y recogeré centavos. Y evitaré gatos negros. Y comeré una docena de uvas en Año Nuevo, mientras use ropa interior roja.

Estoy a 89 días de Berlín.

More to come.

– v.

Vergentino RoblesComentario